Después de la nieve vino una semana de mucho frío, con temperaturas bajo cero en la costa, luego unos días de lluvia y mas tarde, el anticiclón se centro sobre nosotros dejando jornadas claras, de mañanas frescas.
Pocos cambios en la vegetación, la floración de las mimosas está retrasada con respecto a otros años. Algunos sauces empiezan a mostrar unas yemas algodonosas.
Se ve alguna avefría por los alrededores.
Estas aves regresa a sus zonas de reproducción a partir de febrero, si las condiciones
climáticas especialmente duras no lo impiden. En Gipuzkoa y parte del litoral cantábrico, el paso hacia el Norte en el mes de
febrero resulta espectacular sí el tiempo es bueno y domina el viento sur,
volando entonces las avefrías a baja altura. A veces, se pueden observar
individuos retrasados en diversos lugares de las costas del norte. En mayo se
han visto avefrías sobre las marismas de Santoña (Santander), Villaviciosa
(Asturias) y Zumaya y Fuenterrabía (Gipuzkoa)
En
toda la Península se recuerdan los meses de febrero de 1956 y 1963, como
extraordinarios por el número de avefrías que invernaron. Sus apariciones en
inmensos bandos sobre la geografía peninsular están tan ligadas con el brusco
enfriamiento de la atmósfera como su repentina desaparición a una elevación
inesperada de las temperaturas.
